Encargada Experiencias Solidarias
LO QUE DEFINE A UNA PERSONA NO SON SUS LOGROS SINO SU MODO DE VIVIRLos adultos, más que preocuparnos del mundo que les dejaremos a nuestros hijos, debiéramos ocuparnos de los hijos que le vamos a dejar a este mundo. Hijos solidarios, respetuosos y agradecidos , que es lo que todos deseamos.
Recuerdo un relato que compartiré con ustedes , pues nos enseña a descubrir la solidaridad:
“Un hombre estaba perdido en el desierto, destinado a morir de sed. Por suerte llegó a una cabaña vieja, desmoronada, sin ventanas y sin techo.
Mirando a su alrededor vio una vieja bomba de agua toda oxidada. Se arrastró hacia allí, tomó la manivela y comenzó a bombear, a bombear sin parar, pero nada sucedía.
Desilusionado, cayó hacia atrás y entonces notó que a su lado había una botella vieja; la miró, la limpió del polvo y pudo leer que decía: “usted necesita primero preparar la bomba con toda el agua que contiene esta botella, después, por favor tenga la gentileza de llenarla nuevamente antes de marchar”.
El hombre desenroscó la tapa de la botella y casi sin poder creer, vio que estaba llena de agua. Cuando pensó en tomársela para saciar su terrible sed se enfrentó a un gran dilema: si bebía aquella agua, él podría sobrevivir pero si la vertía en esa bomba vieja y oxidada, tal vez obtendría agua fresca, bien fría del fondo del pozo y podría tomar toda el agua que quisiese. Pero si eso no sucedía, desperdiciaría el agua de la botella y con ello la posibilidad de sobrevivir.
¿Qué debía hacer? ¿Derramar el agua en la bomba y esperar a que saliese agua fresca, o beber el agua vieja de la botella e ignorar el mensaje?, ¿debía perder toda el agua con la esperanza de que aquellas instrucciones poco fiables escritas no sabía cuánto tiempo atrás, fueran ciertas?
Después de dudar durante un largo tiempo, decidió confiar y hacer lo que indicaba el mensaje. Derramó toda el agua en la bomba, tomó la manivela y comenzó a bombear .La bomba empezó a rechinar pero nada pasaba .El hombre se esforzó más y más y de repente surgió un hilo de agua, después un pequeño flujo y ,finalmente, el agua corrió con abundancia: agua fresca y cristalina.
El hombre llenó la botella y bebió ansiosamente hasta saciarse .Enseguida la llenó de nuevo para el próximo viajante, tomó la pequeña nota y añadió otra frase: “créame que funciona; usted tiene que dar antes toda el agua para poder obtenerla nuevamente”.
Así debemos formar a nuestros hijos, que siempre piensen en los demás.. Es un gran legado , ya que los problemas éticos a los que se enfrentarán se relacionan con hacer lo que a nosotros nos satisface, sin importarnos lo que con esto ocurra a los demás.
El egoísmo es una conducta no ética, porque sólo existe la mirada sobre sí mismo; la Solidaridad en cambio, es una conducta ética, porque me permite ver a los demás.
¡Todos estamos invitados a dejar mejores hijos para la humanidad!
Sandra Castro Iragüen
Encargada Acciones Solidarias.